La aventura de ser docente

Estimados profesores:


Quiero compartir con ustedes mis comentarios acerca de la lectura “La aventura de ser maestro” del autor José M. Esteve.


Este autor afirma que: “se aprende a ser profesor por ensayo y error”.

Los temas que aborda en la lectura hablan acerca de cómo el docente debe elaborar su propia identidad profesional, dominar las técnicas básicas para ser un buen interlocutor, la disciplina y la adaptación de los contenidos al nivel de conocimiento de los alumnos, tomando como base las aportaciones de Miguel de Unamuno, Mari Carmen Díez y Fernando Corbalán.


Haciendo referencia a la afirmación de José M. Esteve “se aprende a ser profesor por ensayo y error”. Cabe mencionar que el docente para adquirir una propia identidad profesional debe aprender sus errores partiendo de sus éxitos y fracasos en el campo de la educación.

En mi opinión personal, comparto esta forma de pensar porque considero que a través de mi experiencia como maestra he sorteado las dificultades que se me han presentado en mi labor educativa y que me han permitido aprender de mis errores.


Según Unamuno el aprendizaje consiste en que se debe generar el conocimiento partiendo del hecho de “pensar y sentir y hacer pensar y sentir” es decir, toma en cuenta dos aspectos: por un lado, la parte intelectual y por el otro, el aspecto emocional del ser humano. Este autor pretendía que el alumno construyera su conocimiento tomando en cuenta los aspectos antes citados.

Mari Carmen Díez, expresa que la escuela es “Un sitio adonde vamos a aprender, donde compartimos el tiempo, el espacio y el afecto con los demás; donde siempre habrá alguien para sorprenderte, para emocionarte, para decirte al oído algún secreto magnífico”.

Estoy de acuerdo con esta aseveración ya que, la escuela debe ser un espacio en el cual el alumno se sienta a gusto y conviva con sus compañeros y maestros de manera armónica y desarrolle al máximo sus potencialidades tomando en cuenta que es un ser social por naturaleza y cuyo aprendizaje debe ser íntegro.

Por su parte, Fernando Corbalán, Insiste en que “el aprendizaje debe construirse en una atmósfera de cordialidad”. Este autor coincide con Mari Carmen Díez, en que el ambiente escolar sea agradable para que el alumno tenga la necesidad de aprender. Al mismo tiempo, despertar en él la curiosidad, el interés y hacerlo pensar y sentir.

Para finalizar, en mi experiencia particular yo trabajo con alumnos de nivel bachillerato y quiero destacar que, pongo en práctica actividades que le permiten al estudiante aplicar el conocimiento adquirido en el aula a situaciones problemáticas de la vida real y a las cuales tienen que darles solución. Por ejemplo, en la asignatura de Desarrollo Ciudadano se les plantea un problema relacionado con los valores y ellos tienen que discutir todas posibilidades y llegar a una conclusión para solucionar dicho problema.


Atentamente

Rosa María Ramón Rodríguez