Mi confrontación con la docencia

Confrontación con la docencia

Comparto con ustedes profesores, tutor y asesora sobre la confrontación con la docencia que tuve al iniciarme cómo docente.

Estudie la carrera de economía, ejercí mi carrera en la secretaria de economía, por cuestiones personales tuve que dejar de laborar en la secretaria que me dio muchas satisfacciones y que al tomar cursos de capacitación con los empresarios y luego impartir algunos cursos me gusto mucho, tuve la fortuna de entrar en el Conalep Villahermosa, II donde llevo 7 años de ejercer la docencia, cuando comencé era un manojo de nervios, porque no contaba con la experiencia de ser docente ni la pedagogía para impartir las clases, pero cómo dice José M. Esteven se aprende por ensayo y error.

Cuando fui alumna tenía el concepto equivocado de lo que era en realidad un profesor, y tal vez por lo tradicional que resultaba la enseñanza aplique algunos ejemplos de los maestros que a mi juicio fueron los mejores para poder ayudarme a transmitir los conocimientos que deseaba en ese entonces que aprendieran los alumnos.
Por lo que pienso que un buen profesor se forja con la práctica, la investigación, a través de la búsqueda de técnicas que motiven a los alumnos, si el profesor no cambia esta postura se convierte en problema porque no es capaz de enseñar.

Pienso que como seres humanos no estamos exentos de cometer errores, lo más importante es corregirlos. Cuando se logra tener la seguridad en sí mismo plenamente se es libre de impartir una clase porque ya no hay temores ni ansiedad.
Por lo que he aprendido en estos años de impartir clases es buscar un aprendizaje significativo para los alumnos, que les aporte a su realidad un sentido aplicable a su vida y esto lo logramos capacitándonos día con día. Tener el privilegio y la responsabilidad de participar en la formación de jóvenes, de darles conocimientos, fomentar sus valores y de interesarlos a participar en la comunidad donde se desarrollan. Esto nos brinda la renovación pedagógica que desde hace muchos años para mí ha sido parte fundamental en mi vida, el estar renovando el aprendizaje para los alumnos y el convivir con ellos nos mantiene vivos y sobre todo en constante estudio.

“ser docente es un regalo”.


Saludos


Atentamente


Rosa Ma. Ramón Rodríguez